Por: David Sánchez Ríos, Eugenio Chávez Bedolla y José Manuel Ramírez Cruz.
“Otro jueves negro en el Wall Street Journal/ desde el veintinueve la bolsa no hace crack/ cierra la oficina/ crece el desvarío/ los peces se amotinan contra el dueño del río”. (Joaquín Sabina, crisis).
“Otro jueves negro en el Wall Street Journal/ desde el veintinueve la bolsa no hace crack/ cierra la oficina/ crece el desvarío/ los peces se amotinan contra el dueño del río”. (Joaquín Sabina, crisis).
De nuevo la sombra de una crisis internacional enciende las alarmas en el mundo entero, el espectro de una gran recesión mundial pone sobre la mesa la necesidad de un cuestionamiento profundo al sistema económico actual y al fenómeno de globalización que éste ha traído.
Puesto que los procesos económicos que se observaban cíclicos después de largos periodos de tiempo, ahora se presentan con una rapidez extraordinaria, ha de entenderse que el tiempo para desarrollar e implementar estrategias que permitan resolver estos problemas se ha reducido. Además, ha vuelto a notarse la importancia de los gobiernos y los políticos en la toma de decisiones, ya que de la calidad de las decisiones que se toman, depende el porvenir de millones de personas cuyo modo de vida está comprometido y amenazado.
Por tal razón y reconociendo el peligro inminente que pueden correr las economías emergentes (léase el caso de México), en las siguientes líneas pretendemos mostrar un panorama general de la crisis económica mundial que viene, con el fin de que entendamos mejor qué es, de dónde ha surgido, y por qué. Y lo más importante, entender como este nuevo fenómeno económico afectará, si es que lo hace, a las economías locales, específicamente en el caso de Oaxaca.
Desde el año 1941, Estados Unidos cuenta con la calificación AAA (extremadamente fuerte) que simboliza la capacidad de pago que tiene un país. El viernes 5 de agosto de este año, la agencia Standard & Poor´s disminuyó la calificación de Estados Unidos colocándolo en el nivel AA+ (muy fuerte). Las repercusiones de este hecho en las bolsas de valores y la incertidumbre en los mercados nacionales han sido devastadoras.
Standard & Poor´s ha señalado que la evaluación hecha se debe particularmente al tiempo político que vive Estados Unidos, manteniendo un estancamiento en las cámaras debido a los disensos para combatir la deuda y los intereses partidistas de la presidencia. La solución pronta a estos acontecimientos han sido los recortes presupuestales a beneficios sociales, y el posterior aumento de impuestos propuestos por el congreso.
La crisis crediticia por la que atraviesa Estados Unidos, sin duda es inigualable, así lo demuestra el incremento de deuda que se ha venido desarrollando con los años. Ante una nueva crisis mundial, los mercados especulan y esto genera que las inversiones vengan a la baja, lo cual repercute en la economía de cada estado. En el caso de Oaxaca, es necesario analizar el impacto y el grado de afectación del nuevo fenómeno económico.
La economía oaxaqueña registró una tasa de crecimiento de 4.3% en el Producto Interno Bruto (PIB) en el último trimestre, alza que se dio antes de que se generaran especulaciones financieras a nivel mundial, lo cual puede repercutir en la inversión de empresas privadas nacionales y extranjeras en el estado.
Para tener un panorama más claro de cómo afectarán los cambios económicos mundiales en lo local, acudimos con el Dr. José Ramón Ramírez Peña, Doctor en Economía y actual Director académico del Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca A.C; para obtener sus impresiones sobre el tema.
Al preguntarle su perspectiva sobre la crisis económica en Estados Unidos y la repercusión que tiene en lo estatal, mencionó: “Lo que estamos observando es una secuela de un acuerdo no muy bien logrado entre los actores de la política económica y de la iniciativa privada dentro del congreso de EU.
Las causas del hundimiento de la economía norteamericana son, desde la década de los 80, 90 y la primera década del nuevo milenio, que la deuda norteamericana aumenta alrededor de 3.5 veces más que su PIB actual, este es un nivel de endeudamiento crítico.
Entonces, la política tiene la solución a esta necesidad del gobierno norteamericano, que es proponer la ampliación del presupuesto pero con dos aspectos importantes: el primero, que se respetará la no aplicación de impuestos a los grandes corporativos, y por otro lado - en un plazo de diez años - empezar a minimizar los gastos en una serie de recortes al gasto social.
Esta situación es la que detonó los desacuerdos políticos que hicieron que finalmente los mercados bursátiles reaccionaran de una manera muy tambaleante y de mucho riesgo, con lo cual se puede prever que se va a ralentizar la economía norteamericana y por ende afectará a México. Por ejemplo, según datos del INEGI, en el primer trimestre del año tuvimos una caída del PIB en el sector industrial, el sector más vinculado con la economía norteamericana y uno de los más importantes en México. Sabemos que casi el 30% de la riqueza del PIB nacional está relacionada con las exportaciones y hay que decir que el 90% se va a Estados Unidos, por lo que es evidente que estaremos importando los efectos de la crisis norteamericana.
En economía tenemos dos etapas del ciclo económico; la primera se llama contracción, que es el momento en que la economía deja de crecer, es decir, después de llegar al auge se frena el crecimiento; y la otra etapa es la recesión, que es básicamente la caída. En Estados Unidos estamos observando signos de contracción”.
¿Existen otros sectores que se pueden ver afectados por la crisis?
“Cuando se empieza a detener una economía, la repercusión más importante es a nivel de los bienes y servicios que se producen en dicho país, esta empieza a ralentizar, esto determina una disminución de la inversión y la colocación de la fuerza productiva, que se traduce en desempleo. La tasa de desempleo en Estados Unidos está muy alta, en un rango de 8 o 9% y no han podido bajarla desde la recesión de 2008. En México tenemos un problema adicional: no se están creando fuentes de empleo y la fuerza de trabajo es muy joven, así que años con año se incorporan al mercado laboral miles y miles de personas, esto implica que las fuentes de empleo no aumentan, pero si aumenta la fuerza de trabajo; ahí tenemos un problema de desempleo grave”.
Con respecto a las políticas de asistencia social que implementó el gobierno oaxaqueño, ¿cree que se verán afectadas por los efectos de la crisis económica?
“Habría que ponerlo en el contexto nacional e internacional. Las propuestas en asistencia social son elaboradas a través de diagnósticos, como el que revela que en vez de disminuir el rezago educativo en la entidad, este aumentó. En función de estos diagnósticos, las propuestas del gobierno actual son una serie de políticas y programas que pueden paliar esos rezagos.
Yo creo que en este sentido no va a haber modificación alguna, no considero que hubiera ajustes en el corto plazo, el problema que se puede presentar es en el mediano y largo plazo, porque si entramos en una franca recesión, las políticas de este gobierno, y más bien, de cualquier gobierno, quedarían rebasadas por los efectos que se estarían presentando. Yo creo que como agentes económicos, debemos estar muy al tanto, revisar la información, estar alerta con nuestros presupuestos y estar atentos a una situación que puede venir, con el fin de hacer ahorros precautorios”.
¿Cuáles son las posibles alternativas para que desde lo local se puedan afrontar las consecuencias de la crisis a nivel global?
“Creo que hay que empezar a gestar políticas públicas con miras al desarrollo, hacerlo con mucho talento y tacto, con mucho conocimiento del entorno, con sensibilidad de la propia política. Creo que toda la esfera pública debería dar ideas, propuestas que vengan a ayudar en estas coyunturas.
Yo creo que esta sería la mejor manera de enfrentar esta situación. En esta dinámica de proponer, hablaría de un proyecto de inversión a largo plazo, un proyecto en donde los directivos y los empresarios difícilmente se pueden enfocar. Por eso tienen la responsabilidad de ser sensibles y actuar con inteligencia y tacto, cuidando el empleo y desarrollando estrategias innovadoras. En los panoramas de crisis, cuando se ven los nubarrones, también son los escenarios de las oportunidades, es ahí donde el talento, la creatividad, el poder de hacer y crecer es importante para afrontar los retos del presente y el futuro”.
Artículo publicado en la Revista “Valores Oaxaca” en el año 2011.
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