Eso es lo que propone Andrés Manuel López Obrador para cambiar a México y para acabar con la corrupción. Nada más contradictorio y alejado de la realidad. Por una parte plantea una reconciliación con la Nación a través del amor, la justicia, la verdad y la fraternidad; y por la otra, postula a personajes de dudosa reputación que se han sabido beneficiar de los vacíos legales, para hoy tener la posibilidad de convertirse en los futuros legisladores de nuestras leyes. Es cierto que parte de la convivencia social en México está fracturada. La violencia generada por el crimen organizado escala día con día y ha alcanzado límites inimaginables. Es algo que no puede negarse, en nuestro entramado social el miedo es un sentimiento con el que hemos aprendido a vivir. Esa misma violencia es la que nos ha hecho indolentes, menos solidarios, menos fraternarios, menos seres humanos. Así, podríamos concluir que es necesario un nuevo pacto social que nos haga mejores personas y que reun